SUMARIO

Editorial

Por Marcelo Jorge Marinsalta | Director

Como “la vida misma”, el año 2022 fue navegando entre tormentosos océanos, tranquilos mares, favorables brisas y destructivas tempestades.

En nada ayudó lo político, ni de un lado, ni del otro de la grieta.

La alta inflación y la falta de insumos para la fabricación de ciertos productos fue una constante.

Si bien ambas habían impactado en el período anterior, teníamos la esperanza que, en mayor o menor medida, hubieran podido ir solucionándose.

Lamentablemente la obra pública siguió brillando por su ausencia, y el campo se debatió entre la sequía y la dispersión de precios de referencia.

En el haber, vemos que quienes siguen generando flujo, encuentran en la construcción el único refugio tangible confiable para mantener el valor de sus activos.

Algunas alternativas de inversión que habían aparecido en el último tiempo (criptomonedas, fondos, etc.) fueron noticia por “inconvenientes” que, en el caso de inversores conservadores, los terminaron sacando directamente del radar.

Respecto de nuestra empresa, pugnamos día a día por cumplir con el compromiso de tener disponible “siempre” los productos necesarios para que cada cliente pueda completar su proyecto de manera rápida y eficiente, más allá de las dificultades que se ciernen para poder cumplir este objetivo.

Nuestro gran stock y la relación de décadas con nuestros proveedores son pilares fundamentales para lograrlo.

El año pasado, tal cual lo informamos oportunamente, iniciamos nuestro camino para certificar como Empresa B de triple impacto. Hablábamos de lo difícil, pero a su vez desafiante y movilizador que era encarar tal tarea.


Finalizando el 2022, podemos decir que, sin prisa, pero también sin pausa, logramos cumplimentar valiosos puntos de mejora que nos permiten, a priori, presentar nuestra postulación ante Sistema B para el segundo trimestre del 2023.


Un agradecimiento especial a los integrantes de las comisiones de trabajo que, desde su propia convicción, llevaron y sin duda alguna, llevaran adelante, tan importante misión.

En lo personal, el orgullo inmenso de compartir con mi papá, Jorge Ricardo Marinsalta, el 2 de enero de este año el “70 aniversario” de su primer recibo de sueldo oficial. Una vida dedicada al trabajo y a la empresa.

Por otra parte, el dolor de, hace unos días, la perdida de mi mamá (como todas, la mejor del mundo), compañera y participe necesaria de los momentos vividos por mi padre durante más de 65 años.

Como decía al principio, “la vida misma”.

Para culminar, otro año compartido con nuestra gente, “nuestros chicos”, sin lugar a dudas los que hacen grande a Codimat; los que ponen su mayor esfuerzo para lograr seguir siendo líderes en nuestra ciudad, nuestra región y nuestro país.

El agradecimiento a todos ellos, además de proveedores, clientes, amigos y favorecedores.

 ¡Salud y bienestar!
¡¡Feliz 2023!!
¡¡¡Construyendo futuro!!!

Marcelo Jorge Marinsalta.
Director.