Por decisión unánime del jurado, entre 108 concursantes se eligió como vencedor al cuento «Las aventuras de Axel», escrito por Facundo Schneider, alumno de 6° año de la escuela N° 64 «Lomas Valentinas» de Villa Floresta. Además habrá premios para docentes y escuelas participantes y se entregarán 10 menciones a otros trabajos destacados.

En estricto cumplimiento del plazo establecido en el reglamento del concurso, hoy lunes 15 de octubre, la empresa CODIMAT se complace en dar a conocer el nombre del ganador del primer Certamen Literario «Cuentos Constructivos», reservado a alumnos de 6° año de nivel primario de escuelas públicas y privadas del distrito de Bahía Blanca.

Por decisión unánime, el jurado presidido por el contador Alberto Delmont, en nombre de la firma organizadora y conformado por el escritor Ramón Minieri, la narradora Renata Ceballos y el periodista Gustavo Mandará, en su carácter de coordinador del Programa de Apoyo a las Bibliotecas Populares del que formó parte esta iniciativa, resolvió otorgar el premio a Facundo Schneider, quien concurre al 6° año de la escuela N° 64 «Lomas Valentinas», ubicada en Villa Floresta.

De esta manera, el joven escritor se hará acreedor a una computadora tipo «notebook», la cual le será entregada en el acto de premiación previsto para el próximo jueves 15 de noviembre a las 18.30 en el auditorio «Codimat» (Don Bosco 1505).

De acuerdo a lo establecido en las bases, un premio similar (una computadora tipo «notebook») recibirá la docente que avaló la presentación del trabajo ganador, María Clara Barquín.
En tanto, el establecimiento al que concurre el vencedor se verá beneficiado con una orden de compras por valor de 5 mil pesos en materiales a elección en la empresa CODIMAT más un set de cinco computadoras del tipo «PC».

Según expresaron los integrantes del jurado, la decisión se galardonar «Las aventuras de Axel» se sustenta en «la originalidad de la trama planteada, una frescura conceptual acorde a la edad del participante y especialmente, el singular desenlace de los acontecimientos descriptos, no exentos de una cuota de cierto humor y un valioso y preciso reclamo de un mayor entendimiento por parte de los adultos para con los códigos e intereses que motivan a los niños, puntualmente en relación con el manejo de herramientas y recursos informáticos y digitales».

«Todo esto se presenta en un lenguaje que conjuga la corrección idiomática con los códigos, usos y costumbres infantiles y en pleno cumplimiento de las consignas planteadas en el reglamento», indicó el jurado.

Según informó el contador Delmont, ante lo arduo de la tarea de selección—que requirió de la lectura y evaluación de todos los trabajos participantes por parte de cada uno de los miembros del jurado—y la muy buena calidad de los cuentos concursantes, también en uso de sus facultades, el jurado resolvió instituir además 10 menciones para distinguir a los autores de otros tantos cuentos presentados.

Los nombres de los merecedores de estas distinciones especiales con su respectiva fundamentación se darán a conocer durante el acto de premiación, el cual contendrá además la realización del denominado «Sorteo Estímulo a la Participación», del cual tomarán parte todos los autores participantes del certamen, los docentes que avalaron su presentación y sus respectivas escuelas.
«El niño que resulte ganador de ese sorteo se quedará con una bicicleta de primera marca; su maestra, con un viaje a Cataratas del Iguazú para dos personas y la escuela a la que concurren, con una orden de compras por 5 mil pesos en materiales a elección en Codimat», se detalló.

También se resolvió que cada uno de los jóvenes autores que asista al acto de premiación se lleve consigo un diploma que acreditará su condición de «finalista» de este certamen literario.
«Nos sentimos plenamente satisfechos tanto por la respuesta obtenida como por el nivel de aceptación y cumplimiento del reglamento por parte de los participantes», indicó el contador Delmont.

Dado que no había demasiados antecedentes de convocatorias similares a nivel local no se contaba con parámetros claros que pudieran delimitar el éxito o el fracaso de una propuesta de esta índole y, por eso, se trató de «hacer camino al andar» y de marcar nuevos rumbos, los cuales, seguramente podrán ampliarse en próximas ediciones.

«Si tenemos en cuenta que esto estuvo reservado únicamente a alumnos de 6° año, es decir el último año de curso del ciclo primario y que solo podían entrar en consideración del jurado dos trabajos por grado, podemos decir que prácticamente, más de la mitad de las escuelas públicas y privadas se sumaron a esta iniciativa y, lo más importante, hemos constatado que el proceso de selección en las aulas resultó muy interesante, ya que en la mayoría de los casos, tal cual fue nuestra propuesta, fueron los mismos alumnos los que, con la supervisión de docentes, seleccionaron a aquellos cuentos que terminarían por representar a la división. Es decir que no con exactitud, pero si con total seguridad, podemos decir que fueron varios cientos los niños y niñas bahienses que, gracias a esta invitación, vivieron la experiencia de sentarse a escribir un cuento de puño y letra y en base al dictado de su imaginación, ya que en ese sentido, elegimos que no hubiera limitación temática de ningún tipo», concluyó.